04-21-2005, 08:30 AM
-"[i:b539014426][b:b539014426]Nihil[/b:b539014426] ad me[/i:b539014426]"
Con un gesto acrisolado en los siglos, re-inventando ante la ETERNIDAD el [i:b539014426]quid[/i:b539014426] del sacrosanto protocolo, [b:b539014426]rechazaba[/b:b539014426] aquel que habÃa estado MÃS cerca de la púrpura a galenos, a médicos ilustres, a fÃsicos mil que le decÃan, llorosos y ESPANTADOS, que su ciencia NO habÃa podido evitar lo inevitable y que, sÃ: ya NO estaba entre nosotros/as. [i:b539014426]Hic et nunc[/i:b539014426], damas y caballeros, ya NO hay, como saben, [i:b539014426]imperator[/i:b539014426] (Bush Jr., no se equivoquen.., es un simple [i:b539014426]capo[/i:b539014426] próspero)..; pero, [i:b539014426]saecula saeculorum[/i:b539014426] cuando Dios Nuestro Señor disponga es el momento, también el prÃncipe de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana que es el [b:b539014426]camarlengo[/b:b539014426] del Padre Santo rechazará con estudiada displicencia ¡los partes de la medicina de este valle de lágrimas! y, ¡oh, sÃ!, se postrará (como se postraron los [i:b539014426]classiques[/i:b539014426] ¡ante quien sólo era amo de la tierra!) y, como entonces, reverencialmente, con el santo martillo de plata pura [i:b539014426]ad hoc[/i:b539014426], OSARà golpear amorosamente [u:b539014426]tres[/u:b539014426] veces la respetada frente de quien está en el lecho de la púrpura. Y, ¡suprema osadÃa a que se verá impelido por las excepcionales circunstancias!, al igual que entonces, NO dirá el nombre de coronación, NO pronunciará sus pomposos epÃtetos, sus sonoros y magnÃficos tÃtulos... Al igual que entonces se hacÃa con quien ¡sólo era señor de vidas y haciendas caducas!, se recordará al oÃdo soberano, por si aún oye, el cálido y familiar nombre con que le llamó la mujer que, tiempo ha, le habÃa parido, ¡prodigio insólito!, como a un ser humano más...
-"[i:b539014426]Karol...[/i:b539014426]"
Como entonces el imperio, hoy dÃa, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426], el orbe todo caerá de rodillas ante el eco ATROZ del [b:b539014426]silencio[/b:b539014426] de los labios de la púrpura..; que, ¡Virgen SantÃsima!, ya se sospecha ¡NO está entre nosotros/as!
-"[i:b539014426]Karol...[/i:b539014426]"
Los rezos, las súplicas, el lamento infinito, la tristeza absoluta, ¡oh, Cristo crucificado!, como entonces, ANEGA hoy, por puro arcano instinto, las calles, las plazas, todos y cada uno de los rincones de la [i:b539014426]Ciudad Eterna[/i:b539014426]... La expectación angustiosa tensa las campanas del [i:b539014426]caput mundi[/i:b539014426] que todos/as, hoy como entonces también, desde [b:b539014426]cualquier[/b:b539014426] punto del mundo civilizado, miramos totalmente en vilo...
-"[i:b539014426]Karol...[/i:b539014426]"
NO. Sólo hay [b:b539014426]silencio[/b:b539014426]... Y, el tristÃsimo inmemorial encargo, ¡con CUÃNTO dolor, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426]!, será, como con quien ¡sólo podÃa condenar a penas que pasan!, inexorable, pulcra, devotamente cumplido: con cuidado y respeto sumo, se despojará al dedo soberano del [i:b539014426]dicto[/i:b539014426] indiscutido e indiscutible: su [b:b539014426]sello[/b:b539014426] regio de 38 gramos de oro fino (en el siglo se le conoce como el "[i:b539014426]anillo del pescador[/i:b539014426]"). Con el mismo martillo de plata, damas y caballeros, de rodillas y rezando sin parar, será totalmente MACHACADO; y, los trozos, recogidos con dulzura, envueltos en un pañuelo de seda púrpura IGUAL al que describen, sumamente devotos, todos los [i:b539014426]clasisques[/i:b539014426] sin excepción, se le podrán en la ya, ha quedado claro.., [b:b539014426]gélida[/b:b539014426] mano que ya sólo es la de un despojo humano de un pecador como cualquiera de nosotros/as.
Las [b:b539014426]campanas[/b:b539014426].
Hoy dÃa son las campanas, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426], las que reproducen, MILIMÉTRICAMENTE, los ESPANTOSOS sonidos que anunciaban al mundo todo entonces que, en los palacios sagrados, quien Sà habÃa [b:b539014426]comprobado[/b:b539014426] que [b:b539014426]sÃ[/b:b539014426]: ¡habÃa MUERTO! [i:b539014426]ipso facto[/i:b539014426] se levantaba del suelo donde habÃa estado allanadamente de rodillas, [i:b539014426]et voilà ![/i:b539014426], mutado en transitorio SEÑOR SUPREMO y, a una sola mÃnima indicación, los que, al verle transfigurado, ahora estaban de rodillas procedÃan a levantarse sin rechistar a, primero, ECHAR rápidamente a todo [i:b539014426]quisqui[/i:b539014426] de las sacrosantas cámaras donde un dÃa vivió quien ya ha muerto, y, después, traerle lo necesario para SELLAR a cal y canto los aposentos de quien puede MÃS que nadie en el planeta todo.
SÃ: hoy dÃa, damas y caballeros, es el, ¡VÉRTIGO anonanado!, sonido de las campanas el que anuncia que empieza el [u:b539014426][i:b539014426][b:b539014426]interregnum[/b:b539014426][/i:b539014426][/u:b539014426] y que, ¡[b:b539014426]cuánto[/b:b539014426] se habÃa temido!, los inescrutables designios del AltÃsimo han determinado que empiece ya mismo el UNIVERSAL [b:b539014426]duelo[/b:b539014426] y le sigan, tras devolver a la tierra los restos de quien ya está de nuevo en los Cielos, las luctosÃsimas jornadas [u:b539014426][b:b539014426]novemdiales[/b:b539014426][/u:b539014426]. ¿Saben?; "[i:b539014426]Sede Vacante[/i:b539014426]" se llama hoy al perÃodo en que, entonces, el mundo se hallaba huérfano de PADRE; y, [b:b539014426]sÃ[/b:b539014426]: estimo habÃa que cambiar el nombre, ¿no creen?; porque, entonces, ¡sólo faltaba alguien que NADA sabÃa de las [b:b539014426]verdaderas[/b:b539014426] alturas!
SIEMPRE el inmenso, inextinguible pasmo dolorido ha sido el [b:b539014426]mismo[/b:b539014426], damas y caballeros... NADA ha cambiado un ápice desde que, allá en los tiempos de los [i:b539014426]classiques[/i:b539014426], multitudes de seres humanos, TODOS aquellos que no fuesen bárbaros, dirigÃan su mirada al [i:b539014426]caput mundi[/i:b539014426] a la espera de qué decidÃan los prÃncipes de la púrpura mientras el cadáver de quien fué era, revestido de todas sus galas, puesto reverencialmente en un ataúd de ciprés incorruptible forrado de exquisito y fino terciopelo carmesÃ; y, éste puesto más reverencialmente aún en un ataúd de plomo puro (los ataúdes de ciprés y de plomo se atan una vez cerrados con cordones de seda morados, cuyos extremos se unen con una cera derretida en la que se imprime, como entonces, el escudo de armas del fallecido); y, casi adorando en silencio, éste, finalmente, puesto en un ataúd de finÃsima madera de olmo pulimentada... También, como entonces, [b:b539014426]exactamente[/b:b539014426] igual que entonces, se pondrá un pergamino en el que va escrita, en latÃn clásico, una relación de los hechos más destacados del reinado; y, asimismo, se depositarán tres bolsas de cordobán ([i:b539014426]ergo[/i:b539014426], piel curtida; aclaro para poco [i:b539014426]puestos/as[/i:b539014426]...) de color rojo con las monedas de oro, plata y cobre acuñadas por el regio difunto.
NADA ha cambiado, no..; bueno, para ser precisos, en puridad han cambiado [u:b539014426]cuatro[/u:b539014426] cosas lo suficiente para que tal cosa se señale. TRES de ellas, en realidad, son [i:b539014426]inputs[/i:b539014426] claramente periféricos; y, además, los cambios al caso son, básicamente, de, digamos.., [i:b539014426]atrezzo[/i:b539014426]...
Ahora, por ejemplo, la clase principesca [i:b539014426]ad hoc[/i:b539014426] se hospeda y medita en la [i:b539014426]Domus Sanctae Marthae[/i:b539014426] y en la Capilla Sixtina. Entonces, claro.., ¡como no estaban!, no podÃan hacerlo allà de ninguna manera. Pero, sea como sea, hacen y representan [i:b539014426]ab essentia[/i:b539014426] lo mismo.
Tampoco hay peto dorado, gran corcel blanco enjaezado en púrpura y oro y espectacular diadema en la cabeza tras el, EXACTAMENTE igual que entonces, "[i:b539014426]annuntio vobis gaudium manum![/i:b539014426]". Hoy es tiara pontificia y se habla de "[i:b539014426]PAPAM[/i:b539014426]" y no de "[i:b539014426]imperator[/i:b539014426]"; pero, vaya..; purita anécdota, en realidad.., ¿no les parece como a m�
Y, aunque la bendición [i:b539014426]Urbi et Orbi[/i:b539014426] a la agradecida masa del pueblo ¡por estar de nuevo BIEN! es, hoy como entonces, básicamente la misma, damas y caballeros, es [b:b539014426]cierto[/b:b539014426] que hoy (en lugar de, en el triunfo del primer baño popular, tener, quieras o no, que escuchar, de labios del más viejo y enfermo de los esclavos ¡directamente a la oreja ya oido soberano!, aquello, ya saben.., de "[i:b539014426]recuerda y no olvides nunca que tan [b:b539014426]sólo[/b:b539014426] eres un hombre[/i:b539014426]") lo que es preceptivo se vea claramente es el más humilde de los acólitos palaciegos encendiendo al lado mismo del nuevo soberano una escuálida y frágil antorcha que se consume, ¡sumamente efÃmera, damas y caballeros!, al instante mientras le dice al oido, quedamente, "[i:b539014426]sic transit gloria mundi[/i:b539014426]". Pero, convendrán conmigo que es una simple y, desde luego, nada relevante cuestión de [b:b539014426]estilo[/b:b539014426] lo de las frases.., ¿no?
La última diferencia que me falta por señalarles, NO.
!NO es una cuestión de estilo o baladÃ, no!
Ni muchÃsimo menos.
Es lo que lo cambia TODO.
Absolutamente [b:b539014426]todo[/b:b539014426].
Entonces, damas y caballeros, habÃa muerto, ¡ya ven!, SÓLO el amo de la carne; el amo supremo, indiscutible, absoluto, sÃ..; pero, SÓLO, insisto, de la carne.
Hoy, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426], agoniza en los palacios vaticanos de la [i:b539014426]Ciudad Eterna[/i:b539014426] Su Santidad el Papa Juan-Pablo II, Sumo PontÃfice de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, fuera de la cual NO es posible salvación alguna, y Vicario de Dios Nuestro Señor en este valle de lágrimas con la facultad [b:b539014426]directamente[/b:b539014426] concedida [i:b539014426]face to face[/i:b539014426] por la mismÃsima Encarnación Redentora del AltÃsimo en alguien como cualquiera de nosotros/as de "[i:b539014426]atar y desatar tanto en la Tierra como en el Cielo[/i:b539014426]".
Hoy, damas y caballeros, las cosas son muy, muy, muy DISTINTAS.
Son [i:b539014426]ab essentia[/i:b539014426] las [b:b539014426]antÃpodas[/b:b539014426].
Sólo por eso, [i:b539014426]més amis/es[/i:b539014426], ¡SÓLO por eso, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426]!, CUALQUIERA, aunque no fuese católico/a, tendrÃa que caer allanadÃsimo/a, desoladÃsimo/a, de rodillas y [b:b539014426]no[/b:b539014426] dejar de rogar un instante hasta que el cardenal camarlengo se levante del suelo, definitivamente convencido que ni el nombre con que lo llamó, amorosamente, la mujer que lo trajo al mundo y le dió de mamar anima ya a [b:b539014426]nuestro[/b:b539014426] Padre Santo; que, SIN duda alguna, ¡EVIDENTEMENTE!, "[i:b539014426]ya [b:b539014426]ve[/b:b539014426] y [b:b539014426]toca[/b:b539014426] a Dios Nuestro Señor[/i:b539014426]" (monseñor Ruini, ¡nunca tan exacto y lúcido!; [i:b539014426]dixit[/i:b539014426]).
Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.
Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Tortosa (Baix Ebre)
-Catalunya/UE-
02/04/2005, 1825 hs. p.m.
Con un gesto acrisolado en los siglos, re-inventando ante la ETERNIDAD el [i:b539014426]quid[/i:b539014426] del sacrosanto protocolo, [b:b539014426]rechazaba[/b:b539014426] aquel que habÃa estado MÃS cerca de la púrpura a galenos, a médicos ilustres, a fÃsicos mil que le decÃan, llorosos y ESPANTADOS, que su ciencia NO habÃa podido evitar lo inevitable y que, sÃ: ya NO estaba entre nosotros/as. [i:b539014426]Hic et nunc[/i:b539014426], damas y caballeros, ya NO hay, como saben, [i:b539014426]imperator[/i:b539014426] (Bush Jr., no se equivoquen.., es un simple [i:b539014426]capo[/i:b539014426] próspero)..; pero, [i:b539014426]saecula saeculorum[/i:b539014426] cuando Dios Nuestro Señor disponga es el momento, también el prÃncipe de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana que es el [b:b539014426]camarlengo[/b:b539014426] del Padre Santo rechazará con estudiada displicencia ¡los partes de la medicina de este valle de lágrimas! y, ¡oh, sÃ!, se postrará (como se postraron los [i:b539014426]classiques[/i:b539014426] ¡ante quien sólo era amo de la tierra!) y, como entonces, reverencialmente, con el santo martillo de plata pura [i:b539014426]ad hoc[/i:b539014426], OSARà golpear amorosamente [u:b539014426]tres[/u:b539014426] veces la respetada frente de quien está en el lecho de la púrpura. Y, ¡suprema osadÃa a que se verá impelido por las excepcionales circunstancias!, al igual que entonces, NO dirá el nombre de coronación, NO pronunciará sus pomposos epÃtetos, sus sonoros y magnÃficos tÃtulos... Al igual que entonces se hacÃa con quien ¡sólo era señor de vidas y haciendas caducas!, se recordará al oÃdo soberano, por si aún oye, el cálido y familiar nombre con que le llamó la mujer que, tiempo ha, le habÃa parido, ¡prodigio insólito!, como a un ser humano más...
-"[i:b539014426]Karol...[/i:b539014426]"
Como entonces el imperio, hoy dÃa, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426], el orbe todo caerá de rodillas ante el eco ATROZ del [b:b539014426]silencio[/b:b539014426] de los labios de la púrpura..; que, ¡Virgen SantÃsima!, ya se sospecha ¡NO está entre nosotros/as!
-"[i:b539014426]Karol...[/i:b539014426]"
Los rezos, las súplicas, el lamento infinito, la tristeza absoluta, ¡oh, Cristo crucificado!, como entonces, ANEGA hoy, por puro arcano instinto, las calles, las plazas, todos y cada uno de los rincones de la [i:b539014426]Ciudad Eterna[/i:b539014426]... La expectación angustiosa tensa las campanas del [i:b539014426]caput mundi[/i:b539014426] que todos/as, hoy como entonces también, desde [b:b539014426]cualquier[/b:b539014426] punto del mundo civilizado, miramos totalmente en vilo...
-"[i:b539014426]Karol...[/i:b539014426]"
NO. Sólo hay [b:b539014426]silencio[/b:b539014426]... Y, el tristÃsimo inmemorial encargo, ¡con CUÃNTO dolor, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426]!, será, como con quien ¡sólo podÃa condenar a penas que pasan!, inexorable, pulcra, devotamente cumplido: con cuidado y respeto sumo, se despojará al dedo soberano del [i:b539014426]dicto[/i:b539014426] indiscutido e indiscutible: su [b:b539014426]sello[/b:b539014426] regio de 38 gramos de oro fino (en el siglo se le conoce como el "[i:b539014426]anillo del pescador[/i:b539014426]"). Con el mismo martillo de plata, damas y caballeros, de rodillas y rezando sin parar, será totalmente MACHACADO; y, los trozos, recogidos con dulzura, envueltos en un pañuelo de seda púrpura IGUAL al que describen, sumamente devotos, todos los [i:b539014426]clasisques[/i:b539014426] sin excepción, se le podrán en la ya, ha quedado claro.., [b:b539014426]gélida[/b:b539014426] mano que ya sólo es la de un despojo humano de un pecador como cualquiera de nosotros/as.
Las [b:b539014426]campanas[/b:b539014426].
Hoy dÃa son las campanas, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426], las que reproducen, MILIMÉTRICAMENTE, los ESPANTOSOS sonidos que anunciaban al mundo todo entonces que, en los palacios sagrados, quien Sà habÃa [b:b539014426]comprobado[/b:b539014426] que [b:b539014426]sÃ[/b:b539014426]: ¡habÃa MUERTO! [i:b539014426]ipso facto[/i:b539014426] se levantaba del suelo donde habÃa estado allanadamente de rodillas, [i:b539014426]et voilà ![/i:b539014426], mutado en transitorio SEÑOR SUPREMO y, a una sola mÃnima indicación, los que, al verle transfigurado, ahora estaban de rodillas procedÃan a levantarse sin rechistar a, primero, ECHAR rápidamente a todo [i:b539014426]quisqui[/i:b539014426] de las sacrosantas cámaras donde un dÃa vivió quien ya ha muerto, y, después, traerle lo necesario para SELLAR a cal y canto los aposentos de quien puede MÃS que nadie en el planeta todo.
SÃ: hoy dÃa, damas y caballeros, es el, ¡VÉRTIGO anonanado!, sonido de las campanas el que anuncia que empieza el [u:b539014426][i:b539014426][b:b539014426]interregnum[/b:b539014426][/i:b539014426][/u:b539014426] y que, ¡[b:b539014426]cuánto[/b:b539014426] se habÃa temido!, los inescrutables designios del AltÃsimo han determinado que empiece ya mismo el UNIVERSAL [b:b539014426]duelo[/b:b539014426] y le sigan, tras devolver a la tierra los restos de quien ya está de nuevo en los Cielos, las luctosÃsimas jornadas [u:b539014426][b:b539014426]novemdiales[/b:b539014426][/u:b539014426]. ¿Saben?; "[i:b539014426]Sede Vacante[/i:b539014426]" se llama hoy al perÃodo en que, entonces, el mundo se hallaba huérfano de PADRE; y, [b:b539014426]sÃ[/b:b539014426]: estimo habÃa que cambiar el nombre, ¿no creen?; porque, entonces, ¡sólo faltaba alguien que NADA sabÃa de las [b:b539014426]verdaderas[/b:b539014426] alturas!
SIEMPRE el inmenso, inextinguible pasmo dolorido ha sido el [b:b539014426]mismo[/b:b539014426], damas y caballeros... NADA ha cambiado un ápice desde que, allá en los tiempos de los [i:b539014426]classiques[/i:b539014426], multitudes de seres humanos, TODOS aquellos que no fuesen bárbaros, dirigÃan su mirada al [i:b539014426]caput mundi[/i:b539014426] a la espera de qué decidÃan los prÃncipes de la púrpura mientras el cadáver de quien fué era, revestido de todas sus galas, puesto reverencialmente en un ataúd de ciprés incorruptible forrado de exquisito y fino terciopelo carmesÃ; y, éste puesto más reverencialmente aún en un ataúd de plomo puro (los ataúdes de ciprés y de plomo se atan una vez cerrados con cordones de seda morados, cuyos extremos se unen con una cera derretida en la que se imprime, como entonces, el escudo de armas del fallecido); y, casi adorando en silencio, éste, finalmente, puesto en un ataúd de finÃsima madera de olmo pulimentada... También, como entonces, [b:b539014426]exactamente[/b:b539014426] igual que entonces, se pondrá un pergamino en el que va escrita, en latÃn clásico, una relación de los hechos más destacados del reinado; y, asimismo, se depositarán tres bolsas de cordobán ([i:b539014426]ergo[/i:b539014426], piel curtida; aclaro para poco [i:b539014426]puestos/as[/i:b539014426]...) de color rojo con las monedas de oro, plata y cobre acuñadas por el regio difunto.
NADA ha cambiado, no..; bueno, para ser precisos, en puridad han cambiado [u:b539014426]cuatro[/u:b539014426] cosas lo suficiente para que tal cosa se señale. TRES de ellas, en realidad, son [i:b539014426]inputs[/i:b539014426] claramente periféricos; y, además, los cambios al caso son, básicamente, de, digamos.., [i:b539014426]atrezzo[/i:b539014426]...
Ahora, por ejemplo, la clase principesca [i:b539014426]ad hoc[/i:b539014426] se hospeda y medita en la [i:b539014426]Domus Sanctae Marthae[/i:b539014426] y en la Capilla Sixtina. Entonces, claro.., ¡como no estaban!, no podÃan hacerlo allà de ninguna manera. Pero, sea como sea, hacen y representan [i:b539014426]ab essentia[/i:b539014426] lo mismo.
Tampoco hay peto dorado, gran corcel blanco enjaezado en púrpura y oro y espectacular diadema en la cabeza tras el, EXACTAMENTE igual que entonces, "[i:b539014426]annuntio vobis gaudium manum![/i:b539014426]". Hoy es tiara pontificia y se habla de "[i:b539014426]PAPAM[/i:b539014426]" y no de "[i:b539014426]imperator[/i:b539014426]"; pero, vaya..; purita anécdota, en realidad.., ¿no les parece como a m�
Y, aunque la bendición [i:b539014426]Urbi et Orbi[/i:b539014426] a la agradecida masa del pueblo ¡por estar de nuevo BIEN! es, hoy como entonces, básicamente la misma, damas y caballeros, es [b:b539014426]cierto[/b:b539014426] que hoy (en lugar de, en el triunfo del primer baño popular, tener, quieras o no, que escuchar, de labios del más viejo y enfermo de los esclavos ¡directamente a la oreja ya oido soberano!, aquello, ya saben.., de "[i:b539014426]recuerda y no olvides nunca que tan [b:b539014426]sólo[/b:b539014426] eres un hombre[/i:b539014426]") lo que es preceptivo se vea claramente es el más humilde de los acólitos palaciegos encendiendo al lado mismo del nuevo soberano una escuálida y frágil antorcha que se consume, ¡sumamente efÃmera, damas y caballeros!, al instante mientras le dice al oido, quedamente, "[i:b539014426]sic transit gloria mundi[/i:b539014426]". Pero, convendrán conmigo que es una simple y, desde luego, nada relevante cuestión de [b:b539014426]estilo[/b:b539014426] lo de las frases.., ¿no?
La última diferencia que me falta por señalarles, NO.
!NO es una cuestión de estilo o baladÃ, no!
Ni muchÃsimo menos.
Es lo que lo cambia TODO.
Absolutamente [b:b539014426]todo[/b:b539014426].
Entonces, damas y caballeros, habÃa muerto, ¡ya ven!, SÓLO el amo de la carne; el amo supremo, indiscutible, absoluto, sÃ..; pero, SÓLO, insisto, de la carne.
Hoy, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426], agoniza en los palacios vaticanos de la [i:b539014426]Ciudad Eterna[/i:b539014426] Su Santidad el Papa Juan-Pablo II, Sumo PontÃfice de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, fuera de la cual NO es posible salvación alguna, y Vicario de Dios Nuestro Señor en este valle de lágrimas con la facultad [b:b539014426]directamente[/b:b539014426] concedida [i:b539014426]face to face[/i:b539014426] por la mismÃsima Encarnación Redentora del AltÃsimo en alguien como cualquiera de nosotros/as de "[i:b539014426]atar y desatar tanto en la Tierra como en el Cielo[/i:b539014426]".
Hoy, damas y caballeros, las cosas son muy, muy, muy DISTINTAS.
Son [i:b539014426]ab essentia[/i:b539014426] las [b:b539014426]antÃpodas[/b:b539014426].
Sólo por eso, [i:b539014426]més amis/es[/i:b539014426], ¡SÓLO por eso, [i:b539014426]mes amis/es[/i:b539014426]!, CUALQUIERA, aunque no fuese católico/a, tendrÃa que caer allanadÃsimo/a, desoladÃsimo/a, de rodillas y [b:b539014426]no[/b:b539014426] dejar de rogar un instante hasta que el cardenal camarlengo se levante del suelo, definitivamente convencido que ni el nombre con que lo llamó, amorosamente, la mujer que lo trajo al mundo y le dió de mamar anima ya a [b:b539014426]nuestro[/b:b539014426] Padre Santo; que, SIN duda alguna, ¡EVIDENTEMENTE!, "[i:b539014426]ya [b:b539014426]ve[/b:b539014426] y [b:b539014426]toca[/b:b539014426] a Dios Nuestro Señor[/i:b539014426]" (monseñor Ruini, ¡nunca tan exacto y lúcido!; [i:b539014426]dixit[/i:b539014426]).
Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.
Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Tortosa (Baix Ebre)
-Catalunya/UE-
02/04/2005, 1825 hs. p.m.