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del quid de la nobleza española, mes amis/es... - Versión para impresión

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del quid de la nobleza española, mes amis/es... - Jaume de Ponts i Mateu - 05-16-2004

"[i:2dd409f937]Que [b:2dd409f937]no[/b:2dd409f937] somos reyes; mas, los reyes vienen de nos[/i:2dd409f937]"...

Así reza la divisa de la estirpe noble [i:2dd409f937]par excellence[/i:2dd409f937] del estado español...

El ascendiente directo de la suegra del torero guapito de cara (¡igual lo ignora un, dice él.., titulado que, ignaro de maestros como Gibbon y Mommsen, no tendrá tiempo ni de consultar el "[i:2dd409f937]¡Hola![/i:2dd409f937]" intentando que le entren en su coco las declinaciones latinas; y, por supuesto, lo ignora, como TODO, quien, a pesar de los estudios que dice hacer.., juraría que los griegos escribían en latín y que el maestro Descartes es una re-encarnación de quien grabó el célebre adagio délfico!; suerte que los/as lectores/as que nos honran SÍ saben...) NO es de la piel de toro: es un [b:2dd409f937]bastardo[/b:2dd409f937] de James II, último de aquellos escoceses Stuart que fueron amos de las Islas Británicas.

James Fitz James-Stuart Churchill vino a buscarse la vida acá... El primer Borbón le tomó mucho cariño; y, él correspondió, naturalmente, siendo su perro fiel. Tuvo su recompensa: el 13 de diciembre de 1707, aquel hijo del pecado se elevaba a Grande de España con los títulos de duque de Berwick y duque de Liria y Jérica.

Se había dado el pistoletazo de salida a una carrera IMPARABLE.

Su nieto ya era, además, por braguetazos tope, conde de Gelves (título que se remonta a 1529), conde de Galve (título de 1573) y conde de Ayala (título concedido por Felipe III en 1602). Su bisnieto superó el listón: llegó a ser el XIV conde de Lemos (este título tiene Grandeza de España de [b:2dd409f937]inmemorial[/b:2dd409f937]; se remonta a un privilegio de Enrique IV de Castilla -1456- a don Pedro Álvarez Ossorio); con lo que, al mismo tiempo, también se convirtió en conde de Villalba (hay [b:2dd409f937]tres[/b:2dd409f937] casas condales con [b:2dd409f937]esta[/b:2dd409f937] denominación -además de tres marquesados y un ducado; seamos precisos...-, una de ellas hoy vacante; pero, me refiero a la casa [b:2dd409f937]más[/b:2dd409f937] prestigiosa y de más solera: la que viene del privilegio otorgado por los Reyes Católicos en 1486), marqués de Sarrià y conde de Andrade (ambas titulaciones de 1543).

Con el bisnieto de éste vino el [b:2dd409f937]cénit[/b:2dd409f937].

Carlos-Miguel Fitz-James Stuart y Silva heredó a la famosísima XIII duquesa de Alba de Tormes; Grande de España, naturalmente, por los cuatro costados.

La casa de Alba de Tormes se remonta, en puridad, a un privilegio concedido por Enrique IV de Castilla en 1472..; pero, su inicio, como condado, ha de ponerse en 1438. Cuando recaló en la sangre de aquel bastardo de los Stuart era ya la casa noble de [b:2dd409f937]más[/b:2dd409f937] prestigio: los duques de Alba de Tormes eran, además, duques de Arjona (título de 1427), condes de Osorno (de 1445), condes de Siruela (de 1470; en que Enrique IV se lo concede a un antepasado de la, si Dios Nuestro Señor quiere, esposa del príncipe don Felipe, un Velaasco que ya era señor de Siruela -la Grandeza de España le fué concedida, curiosamente, por el archiduque habsburgués en 1711...-), marqueses de Coria (de 1472), duques de Huéscar (titulo concedido por Felipe II en 1563 a doña María-Josefa Pimentel y Enríquez cuando casó con el primogénito de la casa de Alba de Tormes -precisaría que hoy día es el título que lleva el actual heredero de la casa-), marqueses de Villanueva del Río (de 1571), marqueses de la Mota (de 1575) y marqueses de Tarazona (de 1632). En 1802 (a la muerte de la famosa duquesa pintada por el maestro Goya), por braguetazos mil, en la casa de Alba de Tormes habían recalado la casa de los marqueses de Carpio (título de 1559; pero, que remonta su [i:2dd409f937]pedigree[/i:2dd409f937] a aquel célebre Garci Méndez de Sotomayor, I señor de Carpio allá por el 1325...), la casa de los condes de Monterrey (título de 1513) y condes de Fuentes de Valdepero (título de 1572), ni más ni menos que la casa de los condes de Lerín (título antiquísimo del reino navarro que lleva aparejado el honor [b:2dd409f937]hereditario[/b:2dd409f937] de Condestable de Navarra; con Grandeza de España de [b:2dd409f937]inmemorial[/b:2dd409f937], por supuesto) y, por si fuese poco, la casa de los conde-duques de Olivares (título que empezó como condado en 1539; y que, lleva aparejado, además, los títulos de duque de Montoro -de 1660- y marqués de Eliche -de 1624-).

El hijo del heredero de la célebre duquesa goyesca, Jacobo Fitz James-Stuart y Ventimiglia, dió otro mordisco al elenco de titulaciones de la monarquía española: se casó con la VIII condesa de Montijo (la conocida por [i:2dd409f937]Paca[/i:2dd409f937] y era hermana de la que fué esposa de Napoleón III -el título es de 1599 {la Grandeza de España es una concesión de Carlos II en 1697}; y, lleva aparejados un montón: conde de San Esteban de Gormaz [de 1423], conde de Miranda del Castañar [1457], marqués de Moya [de 1480], marqués de Barcarrota [de 1500], marqués de Villanueva del Fresno [de 1544], conde de Casarrubios del Monte [de 1599], conde de Fuentidueña [de 1602], marqués de Valdunquillo [de 1623], marqués de Mirallo [de 1625; es curioso: [b:2dd409f937]no[/b:2dd409f937] me consta que la actual cabeza de la casa, la señora que se casó con el Aguirre, haya pedido aún se expida la carta sucesoria correspondiente de [b:2dd409f937]éste[/b:2dd409f937] titulo...], marqués de Osera [de 1626], conde de Santa Cruz de la Sierra [de 1635], vizconde de la Calzada [de 1637] y marqués de la Algaba [de 1658]-).

Aquí NO termina la cosa...

El [i:2dd409f937]papuchi[/i:2dd409f937] de la actual [i:2dd409f937]boss[/i:2dd409f937] de esta casa -sin duda alguna el paradigma de la nobleza española...- se casó tope cuarentón con la marquesa de San Vicente del Barco [título de 1629..; pero, que se remonta al antiguo señorío del mismo nombre; en 1771, Carlos III le concede la Grandeza de España], casi una niña; que, para seguir llenando las alforjas de títulos, aportó, pues era la heredera, los de la secular casa de los duques de Híjar (título de 1483; que, además, eran condes de Ribadeo -de 1431-, condes de Aranda -de 1508-, condes de Salvatierra -de 1613-, marqueses de Almenara -de 1623- y condes de Palma -de 1624-).

Por si fuese poco, también ha recalado en ellos el título de marques de San Leonardo (concedido por Isabel II en 1849 a uno que fué alcalde murciano y cartagenero...).

¿Termina aquí la cosa?

¡NO!

Aparte de la línea principal (la representada por ésta que baila sevillanas, habla raro -como colocada.., ¿no?- y se dice que tuvo su primogénito del gran bailarín Antonio -parecerse ya se parece, ya, el chico...-), la bastarda sangre de los Stuart que medró acá tiene muchas líneas secundarias... No voy a extenderme con ellas..; sólo citaré que la casa de los duques de Peñaranda de Duero (aquel título concedido el 22-05-1608 por Felipe III a don Juan de Zúñiga Avellaneda y Bazán, virrey y Capitán General de Catalunya y Nápoles; ya saben...), ¡incluso tal casa!, está en poder de una rama secundaria de Fitz James-Stuart.

El ejemplo [i:2dd409f937]par excellence[/i:2dd409f937] de nobleza hispana es, pues, lo que queda de bastardos extranjeros medrando a todo meter donde, desde luego, les dejan...

Y, es que "[i:2dd409f937]de porc i de senyor se nha de venir de mena[/i:2dd409f937]"...

¡Vaya!

Siempre a su disposición, damas y caballeros.

Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Tortosa (Baix Ebre)
-Catalunya/UE-
16/05/2004, 0037 hs. a.m.

[i:2dd409f937]post scriptum[/i:2dd409f937].- debo hacer constar que, en una primera redacción de esta nota, donde pone Felipe III en el quinto párrafo empezando por el final ponía Felipe II. Óbviamente, se trataba de un despiste de dígito pues el dato es COPIADO y, consultada la fuente, deduzco se me olvidó de teclear un I. Un ERROR, naturalmente, es otra cosa; por ejemplo, es la nota de uno con apellido de mestizo cacique mexicano de triste e infame recuerdo que pretende, ¡iluso!, que los/as lectores/as de la Casa NO tienen criterio...


"quien vale, VALE"... - Jaume de Ponts i Mateu - 05-16-2004

Todo quisqui sabía que don Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, el descendiente agnado directo de aquel bastardo de James II que medró acá, entre otras decenas y decenas de cosas XVII duque de Alba de Tormes, naturalmente Grande de España por cada poro, [b:6d50a530cf]más[/b:6d50a530cf] rico que Creso y muy, muy, muy suyo, había aceptado rebajarse a ser embajador ante la corte de Saint James de aquel cutre hijo de el Ferrol encumbrado a tirano como SACRIFICIO por la Corona.

No es que tuviese mucha FE..; pero, al fin y al cabo, aquel traidor había triunfado y, sobre todo, había [b:6d50a530cf]prometido[/b:6d50a530cf] restablecer a los Borbón; de quienes don Jacobo se consideraba y se, orgullosamente, publicitaba, lealísimo vasallo y sirviente. Para él, todo era un intermedio mientras regresaba, gloriosamente, [i:6d50a530cf]Juan III[/i:6d50a530cf] (es conocida la anécdota, sucedida bastantes años después de la que voy a contar, en la cual un tal Alberto Martín, entonces ministro de Asuntos Exteriores franquista, hizo que, para que no pudiera ir andando de intriga en intriga con el Conde de Barcelona, le retiraran el pasaporte diplomático -TODO Grande de España lo tiene; o, al menos, lo tenía hasta hace nada...-; don Jacobo, displicentemente escandalizado, replicó: "[i:6d50a530cf]es la [b:6d50a530cf]primera[/b:6d50a530cf] vez en [u:6d50a530cf]400[/u:6d50a530cf] años que un duque de Alba de Tormes [b:6d50a530cf]no[/b:6d50a530cf] puede acudir a la llamada de su soberano[/i:6d50a530cf]").

Sea como sea, el 24 de noviembre de 1937, don Jacobo se dirigía al ministro británico de Asuntos Exteriores, Anthony Eden, escribiendo en su perfectísimo inglés: "[i:6d50a530cf]Tengo la honra de poner en conocimiento de Vuestra Excelencia que he sido designado por su Excelencia el Generalísimo Franco, su [b:6d50a530cf]agente[/b:6d50a530cf] en London; de acuerdo con lo previsto en el canje de notas llevado a cabo entre el gabinete del jefe diplomático de Su Excelencia el Jefe del Estado y la embajada de Su Majestrad Británica en Hendaye[/i:6d50a530cf]".

La anécdota ducal que quería contarles sucedió en el [b:6d50a530cf]primer[/b:6d50a530cf] despacho que tuvo con Franco.

Fué recibido por aquellos [i:6d50a530cf]pelotas[/i:6d50a530cf] falangistas que tantísimo despreciaba (no lo digo sólo yo ni es cuestión de FE..; también lo dice, por ejemplo, alguien como doña Concepción Calleja...) y conducido al despacho oficial que la hiena tenía en su cubil de El Pardo.

Hablaron de los temas [i:6d50a530cf]ad hoc[/i:6d50a530cf] y tal y tal..; todo bien. Al final, don Jacobo dice:

-"[i:6d50a530cf]Creo que no hay nada más, Excelencia..; ¡ah, sí!, [b:6d50a530cf]esta[/b:6d50a530cf] mesa es MÍA[/i:6d50a530cf]"

Todo quisqui, óbviamente, se quedó HELADO. Y, Franco absolutamente [b:6d50a530cf]lívido[/b:6d50a530cf]; pero, pudo decir...

-"[i:6d50a530cf]¿Estais [b:6d50a530cf]completamente[/b:6d50a530cf] seguro, Alba?[/i:6d50a530cf]"

-"[i:6d50a530cf][b:6d50a530cf]Sin[/b:6d50a530cf] duda alguna, Excelencia; estoy COMPLETAMENTE seguro. En esta mesa ha trabajado mi abuelo, ha trabajado mi padre y he trabajado yo, Excelencia: [b:6d50a530cf]esta[/b:6d50a530cf] mesa es MÍA[/i:6d50a530cf]"

Salió sin decir más.

El personal de El Pardo, ante el impenetrable mutismo del dictador, [b:6d50a530cf]esperaron[/b:6d50a530cf] durante [b:6d50a530cf]todo[/b:6d50a530cf] el día y [b:6d50a530cf]toda[/b:6d50a530cf] la noche... Estaban [b:6d50a530cf]convencidísimos[/b:6d50a530cf] (¡en aquel país de entonces los joyeros tenían que [i:6d50a530cf]regalar[/i:6d50a530cf] a [i:6d50a530cf]la Collares[/i:6d50a530cf] las joyas que le gustaban de sus tiendas si tenían la fatalidad de ser visitadas por ella..!) que, de un momento a otro, un criado o un mensajero de don Jacobo llegaría con una nota en que se regalaba la mesa a Franco...

Pero, NO ocurrió.

Al día siguiente, el ayuda de cámara del duque entró para el [i:6d50a530cf]lever[/i:6d50a530cf] ducal y le dijo:

-"[i:6d50a530cf]Hay en la puerta un mensajero de El Pardo que viene acompañado de unos señores que llevan una mesa... Os ruegan que la recibais y acepteis las más encarecidas disculpas por lo ocurrido[/i:6d50a530cf]"

-"[i:6d50a530cf]Diles dónde han de dejarla y que disculpas aceptadas... Bueno..; antes de todo, trae mi desayuno y la prensa[/i:6d50a530cf]"

Como [b:6d50a530cf]seis[/b:6d50a530cf] décadas después de estos, sin analogía.., pies encima de la mesa, muerto ya don Jacobo, a su hija, la actual duquesa, se le casaba la niña con un torerito guapito de cara muy y muy presentable... Naturalmente, la cosa tenía que ser el [i:6d50a530cf]bodorrio[/i:6d50a530cf] del siglo.

La duquesa, muy en plan tirar la casa por la ventana, decidió que su niña tenía que llevar uno de los más preciados tesoros de la familia: la diadema imperial de la emperatríz Eugénie (por cierto, hermana de la bisabuela paterna de la actual duquesa; y, que ¡no sólo les dejó a los Fitz-James Stuart la famosísima diadema, no!), ¡ni más ni menos que aquel Xanadú de diamantes totalmente celestiales de valor, por supuesto, absolutamente INCALCULABLE!

La duquesa fué llamada a capítulo por el [i:6d50a530cf]boss[/i:6d50a530cf] de la super-importantísima compañía de seguros que cubre a la citada diadema... ¡La duquesa iba contando por ahí que pensaba casar a su niña -CON diadema de marras...- en el altar mayor de la catedral sevillana y en olor de multitud! Le fueron contando que [b:6d50a530cf]no[/b:6d50a530cf] era nada prudente, que [b:6d50a530cf]no[/b:6d50a530cf] se veía manera, que [b:6d50a530cf]no[/b:6d50a530cf] podía ser así en principio... doña Cayetana, como siempre, parecía medio [i:6d50a530cf]coloqueta[/i:6d50a530cf] o, por lo menos, hiper-ida... Escuchó, sí..; pero, al final dijo:

-"[i:6d50a530cf]Sea como sea, la diadema es MÍA[/i:6d50a530cf]"

-"[i:6d50a530cf]Quizá no sea el planteamiento oportuno, doña Cayetana...[/i:6d50a530cf]"

-"[i:6d50a530cf]Yo estimo que SÍ: la diadema imperial fué recibida en herencia por mi abuelo, la lució mi madre en su boda y yo misma en la mía. NO tengo más que decir[/i:6d50a530cf]"

Se levantó; y, se fué.

Es de sobra conocido que la compañía de seguros COMPRENDIÓ perfectamente cuál era [b:6d50a530cf]su[/b:6d50a530cf] sitio: PAGÓ de su bolsillo [b:6d50a530cf]todo[/b:6d50a530cf] el sistema de seguridad de [b:6d50a530cf]toda[/b:6d50a530cf] la boda y de [b:6d50a530cf]todo[/b:6d50a530cf] el convite.

¿Vieron CÓMO brillaba la gloria imperial de la como casi mítica Eugénie sobre la cabeza de aquel tapón medio pendón que, llevándola, hasta parecía tener como que algo de remoto [i:6d50a530cf]charme[/i:6d50a530cf]?

Un [i:6d50a530cf]flash[/i:6d50a530cf].

Un absoluto, total [i:6d50a530cf]FLASH[/i:6d50a530cf].

De los que se recuerdan.

¿No les parece, [i:6d50a530cf]mes amis/es[/i:6d50a530cf]?

Siempre, sin duda, a su disposición.

Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Tortosa (Baix Ebre)
-Catalunya/UE-
16/05/2004, 0040 hs. a.m.


más pedigree ducal... - Jaume de Ponts i Mateu - 03-05-2005

-"[i:b0ec2cf18d]Es un loco caprichoso este duque; y, lo malo es que NO sabe cómo tirar el dinero[/i:b0ec2cf18d]"

El dictador se revolvía de ENVIDIA en su cubil, allá en el Pardo...

Pero, pero, pero.., ¿QUÉ se había creído?

La hija única de aquel duque que tanto y tanto ENVIDIABA, ¡no había nacido en un lugar provinciano perdido por estos mundos de Dios Nuestro Señor entre peste a pescado y mil y una villanísimas estrecheches económicas!, ¡por Dios bendito!; había nacido en la que como PÚRPURA del nobilísimo Palacio de Liria en pleno centro de la mismísima [i:b0ec2cf18d]Villa y Corte[/i:b0ec2cf18d], lugar de tesoros incalculables tanto en pinturas -sobre todo, del maestro Goya- como en todo tipo de joyas y tesoros que llevan siglos y siglos en el seno de el súmmum de la aristocracia española. Su egregia madre, doña María del Rosario Silva y Gurtubay, duquesa consorte, ¡no había sido atendida por una partera de barrio, por alguna tía soltera y una hermana con las manos sucias de coser y coser!, sino por dos exclusivas comadronas ¡llegadas por orden del mismísimo Palacio Real!; y, en la salita contigua, ¡no estuvieron hombres sin árbol genealógico y absolutos [i:b0ec2cf18d]don nadie[/i:b0ec2cf18d] tomando cazalla o cualquier cosa no demasiado onerosa!, sino el ilustre médico personal de la familia, don Gregorio Marañón, el ínclito escritor, don Ramón Pérez de Ayala y ¡ni más ni menos que el gran pensador y filósofo, el maestro don José Ortega y Gasset! Ellos acompañaron el momento en que el duque cumplía con su casa y con la Historia entre reflexiones de altísimo nivel, [i:b0ec2cf18d]champagne[/i:b0ec2cf18d], exquisitos puros habanos llegados especialmente de Cuba y deliciosas y sorprendentes delicias de todo tipo que un ejército de doncellas y sirvientes, impecablemente uniformados, les sirvieron solícitamente.

A diferencia del dictador -a quien tuvo que desvirgar [i:b0ec2cf18d]la Collares[/i:b0ec2cf18d]...-, la heredera ducal, NADA cobarde ni reprimida como corresponde a tan alta, alta, alta cuna, sin haber cumplido los 17 años, se abrió sin miedo ¡ni más ni menos que a un apuesto y vigoroso torero, Pepe Luís Vázquez!; y, a partir de ahí, tuvo la sangre más prestigiosa del mundo mundial allanadísima a sus pies: el riquísimo príncipe Asprenio Colonna rozó el ridículo tratando de conservar su atención; ni más ni menos que el príncipe Michael Windischgraetz lloró en público por su amor; el duque de Alburquerque, don Beltrán Osorio, llegó a hacer lo imposible para que no le abandonase...

NO: el duque ¡NO tuvo que [i:b0ec2cf18d]lamerle el culo[/i:b0ec2cf18d] a ningún arruinadísimo e hiper-borracho titulado de tres al cuarto para que diera una sombra de barniz a su ralea cargando con la puta de su hija, como tuvo que hacer el [i:b0ec2cf18d]milico[/i:b0ec2cf18d] encumbrado sobre cadáveres mil a dictador! El duque, ¡todo él ya colosal ESPLENDOR y absoluta e indiscutible GLORIA!, casó a su hija con quien le dió la gana, en el Altar Mayor de la Catedral de Sevilla; donde sólo los/as mismísimos/as porfirogenetas pueden matrimoniar.

Un sitio que, si no estaba para nada al alcance de sangre villana, ¿[b:b0ec2cf18d]cómo[/b:b0ec2cf18d] no iba a estar VEDADO, por supuesto, a [i:b0ec2cf18d]cosa[/i:b0ec2cf18d] tan BAJA como la hija de un dictador sangriento? En TODO el siglo XX, además de la boda que comento, [b:b0ec2cf18d]sólo[/b:b0ec2cf18d] se han celebrado allí las bodas de SS.AA.RR. el príncipe don Pedro de Orléans y la infanta de España doña Esperanza de Borbón, S.A.R. la infanta de España doña Elena de Borbón y el actual duque-consorte de Lugo y, precisamente, la nieta del duque de que estamos tratando (hija, por tanto, del matrimonio que estoy comentando) con, ¡las vueltas que da el mundo, oigan!, un torerito [i:b0ec2cf18d]cara guapa[/i:b0ec2cf18d] con más [i:b0ec2cf18d]palmito[/i:b0ec2cf18d] que futuro real.

Aquel año se casaba ¡ni más ni menos que la que sería, tiempo ha, Elisabeth II, soberana del United Kingdom!; y, hubo [i:b0ec2cf18d]pelotas[/i:b0ec2cf18d] que sugirieron en el Pardo que, probablemente, tal cosa DESLUCIRÍA la asistencia a la comentada boda ducal... Franco, impotente ante su RABIA, sabía que NO.

¡Sus informes eran que, a un mes de la boda, el duque llevaba gastados UN MILLÓN de dólares de entonces, damas y caballeros!; ¡de entonces!

Porque, les estoy hablando de [u:b0ec2cf18d]1947[/u:b0ec2cf18d]; y, de un estado español ARRUINADO, EMPOBRECIDO, HAMBRIENTO, POBRE, POBRE, POBRÍSIMO.

¡UN MILLÓN de dólares!

Ni Franco sabía qué era [i:b0ec2cf18d]eso[/i:b0ec2cf18d].

Llegó, por fín, el día de Nuestra Señora del Pilar. Un doce de octubre magnífico; que, ya amaneció dispuestísimo a servir a la casa de Alba de Tormes con todas sus energias y ganas.

Casi TRES MIL invitados/as llegaron de todo el mundo mundial. NO faltó ni una Casa Real.

¿Saben?; entre ciento cincuenta y doscientas mil personas, ¡Sevilla entera!, aclamaron horas y horas en la calle el interminable, fastuoso, imperial boato del cortejo nupcial.

Veinte [i:b0ec2cf18d]chefs[/i:b0ec2cf18d], ¡los mejores del orbe, naturalmente!, seis maestros de selectísima confitería, casi cien cocineros y batallones y batallones de marmiteros, ayudantes y pinches, trabajaron durante TODA la noche anterior para conseguir que todo estuviese [i:b0ec2cf18d]au point[/i:b0ec2cf18d]...

Se guisaron [b:b0ec2cf18d]ochocientos[/b:b0ec2cf18d] pollos de corral alimentados individualmente con escogidos piensos, casi una [b:b0ec2cf18d]tonelada[/b:b0ec2cf18d] de langostas recién pescadas y varios pescados finos, casi [b:b0ec2cf18d]media[/b:b0ec2cf18d] tonelada de jamón [i:b0ec2cf18d]pata negra[/i:b0ec2cf18d], [b:b0ec2cf18d]mil[/b:b0ec2cf18d] kilos de exquisita carne de ternera y vaca y, por fin, MIL litros de [i:b0ec2cf18d]ice cream[/i:b0ec2cf18d] artesano para acompañar la MÁS monumental de las tartas nupciales que se había visto jamás de los jamases.

Los/as selectísimos/as invitados/as (¡hubo de todo para conseguir ser uno/a de ellos/as!) consumieron durante la recepción, primero el sin par cóctel de bienvenida que aún hoy día es uno de los más selectos regalos para el paladar civilizado; y, luego, durante la palaciega comida, casi TRES MIL botellas de cava catalán, unas SEIS MIL botellas de vino de Rioja y blanco de la Ribera del Duero. Se bebieron unas MIL botellas de [i:b0ec2cf18d]whisky[/i:b0ec2cf18d] y unas DOS MIL botellas de un exclusivo jerez encargado directamente por el propio duque [i:b0ec2cf18d]in person[/i:b0ec2cf18d] a las bodegas del Puerto de Santa María (y, que fué una cosecha especial para el acto).

¡Franco llegó a pedirle personalmente que NO lo hiciera!; pero, displicente con aquel infame dictador, ¡quería que el pueblo PARTICIPARA con TANTA alegría que la boda, aquella boda, fuese, REALMENTE, la [i:b0ec2cf18d]boda del siglo[/i:b0ec2cf18d]!, el duque mandó imprimir unos vales de comida que tenían validez para tres días: con ellos, todas y todos quienes quisieron pudieron ¡COMER y CENAR en el lugar que desearan a cuenta de la casa de Alba de Tormes!; ¡Cristo crucificado; comer y cenar, [i:b0ec2cf18d]mes amis/es[/i:b0ec2cf18d], en aquella [i:b0ec2cf18d]mierda[/i:b0ec2cf18d] de "[i:b0ec2cf18d]¡España!, ¡España!, ¡España![/i:b0ec2cf18d]" de los años 40 del recién pasado siglo!

Las colas para recogerlos (¡Franco se mordía el alma cuando le traían las fotos de la prensa internacional que NO se leía acá!) fueron HISTÓRICAS por, ¡imagínense!, lo absolutamente INTERMINABLES. Día y noche se entregaban los vales; y, a [b:b0ec2cf18d]cualquiera[/b:b0ec2cf18d] que lo pidiese, ¡SIN que tuviera que justificar ni pobreza, ni falta de trabajo ni ningún tipo de requisito! [i:b0ec2cf18d]Ná[/i:b0ec2cf18d] de [i:b0ec2cf18d]ná[/i:b0ec2cf18d]: se daban por la cara.

-"[i:b0ec2cf18d]Es que, ¿saben?, en el lugar de la ceremonia NO había capacidad para todos/as; pero, como ustedes saben, TODA Sevilla, España entera, el mundo en su totalidad está invitado/a a compartir nuestra felicidad[/i:b0ec2cf18d]"

Así, todo un caballero.., se explicaba el duque a unos/as periodistas británicos/as, puro PASMO, para que nadie, ¡qué [b:b0ec2cf18d]clase[/b:b0ec2cf18d]!, pudiese sentirse ofendido/a o humillado/a con el regalo de los vales de comida.

¡Ah!; la duquesa de Híjar -abuela materna de la novia- había elegido minuciosamente todo cuanto compone el lujosísimo atalaje: las sábanas son todas blancas y se han confeccionado artesanamente en telas de hilo finísimo de Holanda con maravillosos y preciosistas encajes de Malinas y Valenciennes; los exquisitos bordados son a realce y en matizado a la inglesa, y algunas figuras se sobreponen en minúsculos volantes que producen un efecto visiblemente [b:b0ec2cf18d]atractivo[/b:b0ec2cf18d]. Como colofón, se adornan con el mote heráldico de la casa de Alba de Tormes.

Diecisiete horas [b:b0ec2cf18d]antes[/b:b0ec2cf18d] de la esperadísima ceremonia, la novia recibe sorpresivamente una noticia TRÁGICA: la criada de su edad que le fué asignada ya en su infancia y a la que tiene especial cariño yace [b:b0ec2cf18d]muerta[/b:b0ec2cf18d] repentinamente en una humildísima chabola de la periferia sevillana... Sin pensarlo dos veces, sin pedir permiso a nadie ni recabar opinión alguna, la novia pide un coche y ordena se la lleve inmediatamente al lado de la fallecida y su desconsolada familia (¡lo que era entonces perder un ingreso en casa, por pequeño que fuera!). Allá se queda en el velatorio durante horas y horas...Ya de madrugada, por fin la convencen para volver al palacio de las Dueñas (residencia de la casa de Alba de Tormes en la capital hispalense); no sin antes, [i:b0ec2cf18d]noblesse oblige[/i:b0ec2cf18d].., sufragar TODOS los gastos de un entierro decente y dejar unos billetes encima de la tosca mesa de la sala. A primera hora de la mañana, ya en palacio, a punto de comenzar los preparativos nupciales, la novia se HUNDE.

Lo pospone TODO.

Cunde el PANICO.

Pero, hay alguien, ¡por favor!, para quien el pánico, ¡algo tan y tan [b:b0ec2cf18d]villano[/b:b0ec2cf18d] en aquellos momentos!, era algo, simplemente, [b:b0ec2cf18d]imposible[/b:b0ec2cf18d]. El duque, insólitamente, se persona en las habitaciones de su hija.

-"[i:b0ec2cf18d]Se preguntan algunos qué haces, Tana...[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Esperar a que me llamen por teléfono, daddy: he ordenado que cubran la capilla ardiente de mi criadita de rosas recién cortadas y que el camino que siga su féretro sea cubierto de pétalos de flores[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Has hecho muy bien, Tana[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Lo SÉ, daddy[/i:b0ec2cf18d]"

Aquel luminoso día, el afortunadísimo novio, el joven don Luís Martínez de Irujo y Artacoz, tercero de los diez hijos/as de los marqueses de Casa Irujo, de la preclara casa de los duques de Sotomayor, sale del palacio de los Motilla ataviado para la boda y del brazo de su hermana, la duquesa de Almodóvar del Río. Elegantemente vestidos se dirigen a la capilla [i:b0ec2cf18d]privée[/i:b0ec2cf18d] del palacio de las Dueñas, donde la novia hace su aparición instantes después, vestida de raso natural blanco con encajes antiguos, larguísimo velo de tul cubriéndole el rostro y tocada con la romántica diadema de brillantes herencia de aquella emperatriz de los franceses que era de los [i:b0ec2cf18d]suyos[/i:b0ec2cf18d].

Los novios, visiblemente emocionados, [b:b0ec2cf18d]comulgan[/b:b0ec2cf18d] y son bendecidos en una misa sencilla por el sacerdote de la casa. Sólo están, naturalmente, los más, más, más íntimos.

Del palacio parten, ¡un espectacular TRIUNFO!, los dos cortejos. En primer lugar, el coche del novio y la madrina; y, seguidamente, el majestuoso, lujosísimo coche oficial de la casa de Alba de Tormes engalanado hasta la bandera y tirado por espléndidas mulas enjaezadas a la calesera y adornado con los escudos nobiliarios de la casa.

La prensa del mundo entero da fe del ensordecedor GRITERÍO de la masa, absolutamente [b:b0ec2cf18d]feliz[/b:b0ec2cf18d].

Llegan, finalmente, a la puerta de San Miguel. La novia lo observa todo [b:b0ec2cf18d]antes[/b:b0ec2cf18d] de bajar del carruaje y dirige una mirada de [b:b0ec2cf18d]aprobación[/b:b0ec2cf18d] a su padre; que, le devuelve el gesto casi involuntariamente..

El duque desciende, solemne, del coche vestido con su impecable y reluciente uniforme de maestrante de Sevilla con banda azul y lleva BIEN visible ¡el Toisón de Oro! y el Gran Collar de la Orden de Carlos III.

La novia, más solemne aún, se apoya en él para descender..; y, a los acordes de la "[i:b0ec2cf18d]Marcha de Lohengrín[/i:b0ec2cf18d]" del maestro Wagner se dirigen a paso lento hacia el Altar Mayor.

La novia de detiene un momento..; y, han corrido ríos de tinta para especular acerca de qué había detrás del golpecito breve en su mano por parte del duque, allí, en el marco de la puerta principal...

La novia se tomó su tiempo... Miró a su alrededor (se observó que con ducal detenimiento...) a todos/as y cada uno/a de los/as que habían conseguido el ansiado privilegio de estar allí, haciéndole de PÚBLICO.... Allí, una pura joya sus galas, estaba la duquesa de Northumberland... Recordaban S.A.R. el infante don Alfonso de Orléans y su esposa S.A.R. doña Beatriz de Saxonie como un momento especial que les mirara... También recibieron su mirada SS.AA.RR. doña Isabel y doña Mercedes de Borbón... Y la duquesa de Westminster, y los marqueses de Villahermosa, y los condes de Mieres del Camino, y la princesa de Hohenlohe, y la princesa de Metternich, y el conde de Kyburg, y el archiduque Fernando, y la duquesa de Santoña, y la duquesa de Baviera, y el general Kindelán, y el gran duque Wladímir de Rusia... También, se fija expresamente.., están donde ordenó colocarles doce niños del colegio de los salesianos de la [i:b0ec2cf18d]Villa y Corte[/i:b0ec2cf18d] (colegio que ella particularmente patrocina).

¡Franco ni siquiera fué invitado, damas y caballeros! El duque NUNCA llegó ¡ni a considerar tal posibilidad!

Parece que mira todas y cada una de las flores, recíen traídas de Granada, que inundan el enorme templo..; pero, por fin, respira profundamente.

-"[i:b0ec2cf18d]Cuando quieras, Tana[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Estoy lista, daddy[/i:b0ec2cf18d]"

A una imperceptible señal del duque, la música del maestro Wagner se muta en el "[i:b0ec2cf18d]Ave María[/i:b0ec2cf18d]" del maestro Schubert.

En el Altar Mayor los recibe el arzobispo de València, monseñor Marcelino Olaechea, de la congregación de los salesianos; junto a él la curia catedralicia en pleno. Se lee, en primer lugar, un telegrama de felicitación del mismísimo Padre Santo, S.S. Pío XII, firmado por el entonces cardenal Roncalli, futuro papa Juan XXIII...

-"[i:b0ec2cf18d]Al celebrarse el santo sacramento del matrimonio de los muy nobles esposos, S.E. doña María del Rosario-Cayetana-Alfonsa-Victoria-Eugenia-Francisca Fitz James Stuart y Silva, duquesa de Montoro y marquesa de San Vicente del Barco, heredera legítima de la muy amada y fiel Casa de Alba de Tormes, y don Luís Martínez de Irujo y Artacoz, el Augusto Pontífice de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana hace votos de [b:b0ec2cf18d]felicidad[/b:b0ec2cf18d] cristiana para los contrayentes y envía, particular y extraordinariamente, su Apostólica Bendición a ambas nobles familias y a las personas que asisten a la ceremonia religiosa[/i:b0ec2cf18d]"

Suena, absoluto, "[i:b0ec2cf18d]El Largo[/i:b0ec2cf18d]" del maestro Haendel.

-"[i:b0ec2cf18d]Sí, quiero[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Sí, quiero[/i:b0ec2cf18d]"

Se bendicen las arras y los anillos al compás de la "[i:b0ec2cf18d]Coral[/i:b0ec2cf18d]" del maestro Bach.

Dos duques, dos marqueses y dos condes firman como testigos de la novia. Dos duques y cinco marqueses lo hacen por el novio. Han sido madrina y padrino de bodas ¡ni más ni menos que S.M.C. la reina Victoria-Eugenia de España y S.A.R. don Juan de Borbón, conde de Barcelona!

La salida del templo es enormemente EMOTIVA, al son de la "[i:b0ec2cf18d]Marcha Nupcial[/i:b0ec2cf18d]" del maestro Mendelssohn.

La multitud enloquece de ALEGRÍA.

Los novios, ya marido y mujer, van en medio de la masa que los vitorea y felicita a la iglesia de San Gil; allí, la flamante esposa desea [b:b0ec2cf18d]orar[/b:b0ec2cf18d] ante Nuestra Señora la Virgen de la Esperanza y hacerle humilde entrega de su espectacular, bellísimo ramo de novia.

El palacio de las Dueñas luce como nunca con los salones embriagados con aromas de rosas, jazmines y claveles; con las llamas de millares y millares de velas de auténtica cera de abeja con las que se han engalanado. A sus puertas, desde hace horas, poetas locales (entre ellos, por ejemplo, don Andrés Molina Moles) declaman una y otra vez los poemas que han compuesto para la ocasión.

Un aperitivo preparado por el famosísimo [i:b0ec2cf18d]Perico Chicote[/i:b0ec2cf18d] (que consiste en almendras, aceitunas almejas y pescadito frito; todo ello regado con jerez y manzanilla) recibe a los/as afortunados/as que han conseguido se les invite al ágape.

El maestro Alphonse Diot, restaurador francés, se ha encargado de elaborar el [i:b0ec2cf18d]menú[/i:b0ec2cf18d] a base de tartaletas de salmón ahumado, deliciosas croquetas de ave, barquitos de [i:b0ec2cf18d]foie-gras[/i:b0ec2cf18d], gazpacho andaluz, consomé frío de ave, jamón de York al huevo hilado, timbal de langostinos, lubina [i:b0ec2cf18d]a la Richelieu[/i:b0ec2cf18d], langostas frías [i:b0ec2cf18d]a la parisien[/i:b0ec2cf18d], cañón de Bayonne asado con puntas de espárragos salteados, silla de ternera [i:b0ec2cf18d]Orloff[/i:b0ec2cf18d] con patatas [i:b0ec2cf18d]Chateau[/i:b0ec2cf18d]; y, todo ello regado, [i:b0ec2cf18d]cette éclosion![/i:b0ec2cf18d], con los vinos más excelentes (entre los que destaca, damas y caballeros, un espléndido [i:b0ec2cf18d]Vega Sicilia[/i:b0ec2cf18d]).

Los postres: helado de crema [i:b0ec2cf18d]Tortoni[/i:b0ec2cf18d], tarta de manzanas, hojaldre artesano, [i:b0ec2cf18d]savarín[/i:b0ec2cf18d] de frutas con Kirsch, y el colofón lo ponía la absoluta, extraordinariamente inédita tarta nupcial de la que ya les he hablado (dos metros de altura adornados por el escudo de la casa de Alba de Tormes y con flores de lis y rosas de azúcar).

Se ha especulado, sí, MUCHO, damas y caballeros, sobre el [b:b0ec2cf18d]coste[/b:b0ec2cf18d] final de la boda aquella... ¡Desde luego, el millón de dólares en preparativos debió quedar en una [i:b0ec2cf18d]chuminá[/i:b0ec2cf18d], claro!

Pero, ¡qué TONTERÍA hablar de tales cosas!; ¿no?

Sobre todo, cuando se ha mostrado tan y tan POCO interés en divulgar que el duque de Alba de Tormes, por expresa petición de su hija y a través de la Hermandad del Gran Poder, ordena se sirvan este mismo día MIL comidas a los/as pobres de Sevilla que están imposibilitados/as de moverse y remite al ayuntamiento ¡QUINIENTAS MIL pesetas de entonces! para que sean distribuidas entre los/as más necesitados/as. Sin olvidar, naturalmente, el obsequio de ¡CINCO MIL pesetas de entonces!, a todas las parejas que contraían matrimonio el mismo día y los, ¡todo un PUNTAZO!, vales de comida sin número que se repartieron.

Entonces, [i:b0ec2cf18d]Life[/i:b0ec2cf18d] dedicó SIETE páginas al acontecimiento; por supuesto, ¡eso faltara!, no dijo una palabra del vil metal. NO se dejó, ¡para nada!, las famosas fotos de las colas interminables donde se repartían vales de comida.

El [i:b0ec2cf18d]Daily Telegraph[/i:b0ec2cf18d] proclamaba en primera página: "[i:b0ec2cf18d]Wedding of duke of Albas Daughter[/i:b0ec2cf18d]". Tampoco habló nadita de la [i:b0ec2cf18d]pasta gansa[/i:b0ec2cf18d]; aunque, eso sí.., puntualizó que el [i:b0ec2cf18d]milico[/i:b0ec2cf18d] encumbrado a dictador NO había ido a la boda porque NO había sido invitado. Ni Nicolás Franco; a pesar de la costosísima bandeja de plata repujada a mano que, servil, envió a la casa de Alba de Tormes como regalo para los contrayentes.

Tras una noche de bodas que, naturalmente, NADIE se ha atrevido a comentar jamás de los jamases (en la finca "[i:b0ec2cf18d]Su Eminencia[/i:b0ec2cf18d]", situada en Dos Hermanas y propiedad de la duquesa-viuda de Andría), los flamantes marido y mujer parten para una espectacular luna de miel cuyo itinerario había escrito, tras la pasión, en una caja de tabaco (aún permanece en el palacio de Liria), la mismísima feliz esposa: Sevilla-Madrid-London-París-Zurich-Lausanne-New York-Philadelphia-Florida-Washington-Chicago-San Francisco- Hollywood (donde fueron invitados de honor de los estudios [i:b0ec2cf18d]Twenty Century Fox[/i:b0ec2cf18d] {donde asistieron al rodaje de "[i:b0ec2cf18d]Un yankee en la corte del rey Arturo[/i:b0ec2cf18d]"} y los [i:b0ec2cf18d]Warner Brothers[/i:b0ec2cf18d] {donde asistieron al rodaje de "[i:b0ec2cf18d]Los Blanding ya tienen casa[/i:b0ec2cf18d]" protagonizada por el como que ya mítico Cary Grant}; y, [i:b0ec2cf18d]stars[/i:b0ec2cf18d] de meta-lujo de las maravillosas fiestas ofrecidas por Walt Disney, Gary Cooper, Henry Fonda, Robert Taylor, Harold Lloyd, Marlene Dietrich, Charlie Chaplin...)-Santa Fe-Ciudad de México-Acapulco-La Habana-Matanzas-Hawai-Honolulú y siguen, [i:b0ec2cf18d]et voilà![/i:b0ec2cf18d], unos alegres puntos suspensivos...

Finalmente, volvieron a London; allí, se re-encontraron con el duque. Se fueron los tres a Saint-Moritz.

El viaje de bodas se dió por terminado con la visita a [i:b0ec2cf18d]Vieille Fontaine[/i:b0ec2cf18d], en Lausanne, a su madrina de boda, S.M.C. la reina de España doña Victoria-Eugenia. Dicen que el duque, orgullosísimo de presentarse con su heredera ya embarazada, se inclinó ceremoniosamente ante su augusta soberana...

-"[i:b0ec2cf18d]Majestad,es un honor para mí que seais la primera en saber que mi casa tiene ya asegurado poder servir a los herederos de vuestros augustos herederos[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Felicidades, duque..; y, una cosa: ¿sabes que Life dedicó las [b:b0ec2cf18d]mismas[/b:b0ec2cf18d] páginas a la boda de la princesa Elisabeth que dedicó a la boda de tu hija?[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Sí, Majestad[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Lo sabías tú, Tana?[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Le dedicó una foto [b:b0ec2cf18d]menos[/b:b0ec2cf18d], Majestad[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Muy observadora, Tana..; muy observadora...[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Gracias, Majestad; no merezco en modo alguno seais tan generosa conmigo[/i:b0ec2cf18d]"

Ni que decir tengo que, entonces, ¡no es que [i:b0ec2cf18d]Life[/i:b0ec2cf18d] no mentase para nada, pongo por caso.., a [i:b0ec2cf18d]la Collares[/i:b0ec2cf18d]!, sino que quien OSABA pornográficamente recibir a los [i:b0ec2cf18d]cuatro gatos[/i:b0ec2cf18d] que se envilecían a considerarlo existente ¡ni más ni menos que en Salón del Trono del Palacio Real de la [i:b0ec2cf18d]Villa y Corte[/i:b0ec2cf18d]! [b:b0ec2cf18d]no[/b:b0ec2cf18d] podía moverse del ámbito que protegían sus [i:b0ec2cf18d]morangos[/i:b0ec2cf18d] guardaespaldas.

Y, ¡naturalmente!, cuando casó a la puta de su hija con el único degenerado que aceptó cargar con ella, S.M.C. la reina de España ni se molestó en ordenar se hiciera una cortés nota rechazando la invitación que el dictador, una y otra vez, sucio rastrero, le hizo llegar.

-"[i:b0ec2cf18d]No invitaste al generalito, duque...[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Hubiese sentido mucho se hubiese sentido incómodo, Majestad...[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Claro..; cuando uno NO está en [b:b0ec2cf18d]su[/b:b0ec2cf18d] sitio.., ¿no, duque?[/i:b0ec2cf18d]"

-"[i:b0ec2cf18d]Vuestra Majestad lo ha dicho mucho mejor de lo que yo podría expresarlo jamás[/i:b0ec2cf18d]"

Siempre, en cualquier lado, a su disposición, damas y caballeros.

Jaume de Ponts i Mateu
jaumedeponts@terra.es
Tortosa (Baix Ebre)
-Catalunya/UE-
05/03/2005, 0043 hs. a.m.