04-09-2008, 08:35 PM
Hola a todos. En primer lugar aprovecho para presentarme, ya que aunque llevo tiempo viendo estos foros, nunca antes habia posteado en los mismos. He encontrado esta historia/leyenda urbana, que aunque parece que es antigua, es la primera vez que la leia. Espero que os guste, porque a mi me ha parecido, como minimo, bastante curiosa. Por si a alguien le interesa, la fuente de esta historia es:
Polybius: ¿El videojuego que nunca existio?
Polybius es, posiblemente, el hoax sobre un juego inexistente más extendida de la industria, industria por otro lado muy proclive a gestar muchos rumores y leyendas urbanas. Si existe una leyenda urbana sobre videojuegos realmente interesante y extravagante esa es la leyenda del Polybius, digna de ser contada en un libro, o mejor... filmada en un Thriller con tintes "conspiracionistas" (con agencias gubernamentales de los EEUU incluidas). Si a esta historia de leyenda le sumas el efecto "WWW" y su innegable influencia en la divulgación mundial de contenidos, antes circunscritos en exclusiva a ambientes de "iniciados", la historia se convierte en una auténtica pesadilla digna de mencionar en toda conversación sobre videojuegos que se precie. ¿Existió Polybius? Las pruebas... muy pocas... demuestran que... ¿s�
La leyenda de Polybius, no obstante, es especial por su caracter irresoluble y las muestras de creatividad sin meta clara que ha generado. Era un juego parecido al mÃtico Tempest, un matamarcianos abstracto aún más extraño y fluorescente. Su autor era un tal Ed Rottberg, y la compañÃa desarrolladora, la alemana Sinneslöschen (traducción, más o menos, de “eliminación sensorialâ€, lo que convierte a esta inexistente empresa en la primera desarrolladora de tintes cronenbergnianos). Dos cuestiones distanciaban a Polybius del resto de los tÃtulos de la época. Por un lado, hombres de negro acudÃan a las salas de juego y recogÃan datos aún hoy desconocidos acerca de los modos de juego y las tácticas de los jugadores. Por otro, las reacciones fÃsicas al juego eran tremendas: vómitos, alucinaciones, pesadillas y algún que otro intento de suicidio. Muchos de estos primeros jugadores dejaron las salas de arcade para siempre, uno de ellos incluso se convirtió en un activista anti-arcade. La ausencia de más datos convirtieron a Polybius en un hoax comentado entre murmullos por los pasillos de las salas recreativas.
Viajemos atrás en el tiempo hasta 1981, en la ciudad de Portland, Oregón. Allà se distribuyeron un número escaso de ejemplares de un nuevo videojuego, supuestamente en pruebas por parte de la compañÃa. El juego, según los que afirman haberlo jugado, era de gráficos vectoriales, en él manejábamos una nave que disparaba a una serie de enemigos mientras las fases se desarrollaban con una mecánica tipo puzzle. Asimismo todos los testigos coincidÃan en que una particularidad del juego era que no movÃamos la nave con el mando, sino que hacÃamos rotar la pantalla alrededor de la nave. El juego constituÃa una revolución en lo visto hasta ahora, y su aspecto gráfico, de colores vivos y abundantes efectos lumÃnicos, constituyó una fuerte llamada de atención para todos los fanáticos de lo pixelado.
Pero serÃa a los pocos dÃas cuando se comenzarÃa a forjar la leyenda más oscura del mundo del arcade: las personas que jugaban a ese juego referÃan terribles pesadillas, despertarse en mitad de la noche sumidos en un completo pánico o tener súbitos problemas de memoria. Esto se agravaba en un terrible cÃrculo vicioso debido a que muchos de estos jugadores decÃan verse impulsados a jugar reiteradamente al juego, sin ser capaces de contemplar la máquina sin echar una moneda en ella. A esto se le añadÃa el curioso detalle de que el juego estaba firmado por una desconocida compañÃa con el nombre de Sinnesloschen, que en alemán vendrÃa a significar "pérdida de los sentidos". En última instancia, las vÃctimas aseguraban que todo desembocaba en un odio atroz hacia el juego y en la incapacidad de recordar con exactitud en qué consistÃa el mismo. De repente el interés por el mismo desaparecÃa y los jugadores decÃan verse repugnados por la cabina que habÃan frecuentado de forma casi involuntaria. Además, cada dÃa que pasaba después del terrible episodio de adicción al juego, decÃan olvidar una parte más del mismo, hasta el punto de casi no poder recordar en qué consistÃa el juego exactamente. De ahà que hoy en dÃa sea tanta la dificultad a la hora de documentar el fenómeno.
Esto no es todo. Aún no hemos mencionado que otros tantos asiduos a este videojuego aseguraron ver a hombres vestidos de traje negro tomando anotaciones de quiénes habÃan registrado las puntuaciones más altas y, en algunos casos, cambiando la configuración de la máquina. Un par de testigos aseguraron que estos señores se habÃan olvidado de salir del menú de opciones y que cuando miraron a la pantalla contemplaron atónitos como habÃan en el mismo parámetros tales como "Ãndice de suicidio", "terrores nocturnos", "amnesia" o "alucinaciones auditivas".
Esto nos lleva a que otro grupo de gente que aseguraba haber probado el susodicho juego aseguraban que habÃan tenido la impresión de ver por el rabillo del ojo cómo se formaban "caras fantasmales" que recorrÃan la pantalla o se acercaban hacia la cámara. Pero que cuando miraban fijamente no habÃa nada. Otros aseguran que llegaron a percibir carteles con mensajes subliminales aparecer y desaparecer de la pantalla, de forma que les era imposible captar su mensaje. Alguno afirmaba haber llegado a leer "Kill yourself" en dichos mensajes.
Otros tantos testigos aseguran que creÃan oir voces bajo los estridentes efectos de sonido del juego. Las versiones en este aspecto difieren tremendamente, refiriendo desde voces ininteligibles, pasando por quejidos de dolor o pánico, hasta voces femeninas lloriqueando y diciendo frases del tipo "¿por que me haces daño?" (esto último da mal rollo sobremanera al señor Powerhead).
Todo esto se fue sumando al oscuro aura del extraño Polybius para acabar constituyendo la leyenda negra que supone hoy en dÃa. La extraña recreativa serÃa súbitamente retirada de la circulación cuando, según la prensa local, un chaval joven morirÃa al sufrir un shock mientras jugaba al susodicho juego. La noticia fue usada en algunos medios para condenar a los videojuegos en general, no olvidemos que nos encontramos a principios de los 80, una época en que para muchos personajes públicos los videojuegos eran una amenaza similar a las drogas para la juventud. Mientras tanto, los testigos aseguran que tras el incidente todas las cabinas de Polybius desaparecieron de la misma forma misteriosa en que llegaron.
No obstante la mano poco entendida de la prensa generalista desecharÃa todos los matices de esta leyenda para quedar con los elementos más puramente polÃticos y alarmistas para hacer luego desaparecer la historia de la memoria colectiva.
No obstante, a raÃz de lo que hemos expuesto la leyenda de Polybius serÃa eso, una mera leyenda, sino fuera porque aún hoy se disponde del testimonio de algunas de esas personas que aseguraron estar implicadas de una forma u otra de este fenómeno.
Primero se dispone de las versiones de aquellos que afirmaron haber sido vÃctimas del juego, a cuyos argumentos se suman el de determinadas personas que afirman haber jugado al juego en un par de ocasiones, sin llegar a repetir porque el juego no les despertó interés. Nadie que haya jugado asiduamente al juego asegura no haber sido afectado por el mismo, no obstante todos aquellos que aseguran haber jugado a él sin llegar a caer vÃctimas de sus efectos coinciden en que jugaron tan sólo una partida o dos.
Algunos antiguos dueños de salones recreativos han hablado al respecto para distintas publicaciones del sector, todos ellos coinciden en que dicha recreativa efectivamente existió, y la mayorÃa en la historia sobre los hombres de negro tomando anotaciones al pie de la máquina. A partir de aquà era algo tremendamente difÃcil reconstruir la información al respecto. Esta recreativa habÃa pasado desapercibida para la gran mayorÃa hasta que el artÃculo de prensa vio la luz.
Multitud de bases de datos sobre máquinas recreativas incluyen a Polybius entre sus entradas, quedando claramente documentado 1981 como su año de salida y Sinnesloschen como la compañÃa creadora. En ningún caso se contradicen estos dos detalles. Otro elemento inamovible es la captura de la pantalla inicial de juego, la única imagen del juego que circula por la red, que también es común en todas las versiones.
Por otro lado, alguien que asegura haber formado parte del equipo de desarrollo del propio Polybius hizo acto de presencia en la página web Coinop.org, donde decÃa querer "zanjar el tema" ofreciendo una versión razonable y totalmente alejada de la leyenda negra. Curiosamente, y cuando parece que se habÃa dado con la solución al asunto del juego, dicho supuesto autor fue entrevistado por la desaparecida Gamepulse.co.uk, quien no tardó en revelar las inconsistencias de su propia versión. Por algún extraño azar la versión conciliadora del tema cae por su propio peso bajo la oscura y brumosa leyenda con tintes paranoicos y mÃsticos.
La leyenda se reactivó en 2006 cuando un tal Steven Roach apareció en foros de internet afirmando que habÃa sido parte del equipo desarrollador de Polybius. Limpiando el hoax de su componente conspiracionista, pero multiplicando su potencia, afirmó que simplemente era un juego con el que se habÃa experimentado en el campo de los gráficos vectoriales, y por accidente, a algunos jugadores les producÃa epilepsia (tal y como le pasó a algunos, y esto sà que está comprobado, con Tempest). Todos los detalles del supuesto desarrollo de Polybius están en una larga y mayormente anodina entrevista que Roach concedió a BitParade, donde se habla de las inconsistencias de sus primeras declaraciones y muchos otros datos (como la implicación del hacker Cyberyogi en el redescubrimiento del juego) que harán las delicias de los aficionados a los misterios sin resolver.
Un saludo a todos
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Polybius: ¿El videojuego que nunca existio?
Polybius es, posiblemente, el hoax sobre un juego inexistente más extendida de la industria, industria por otro lado muy proclive a gestar muchos rumores y leyendas urbanas. Si existe una leyenda urbana sobre videojuegos realmente interesante y extravagante esa es la leyenda del Polybius, digna de ser contada en un libro, o mejor... filmada en un Thriller con tintes "conspiracionistas" (con agencias gubernamentales de los EEUU incluidas). Si a esta historia de leyenda le sumas el efecto "WWW" y su innegable influencia en la divulgación mundial de contenidos, antes circunscritos en exclusiva a ambientes de "iniciados", la historia se convierte en una auténtica pesadilla digna de mencionar en toda conversación sobre videojuegos que se precie. ¿Existió Polybius? Las pruebas... muy pocas... demuestran que... ¿s�
La leyenda de Polybius, no obstante, es especial por su caracter irresoluble y las muestras de creatividad sin meta clara que ha generado. Era un juego parecido al mÃtico Tempest, un matamarcianos abstracto aún más extraño y fluorescente. Su autor era un tal Ed Rottberg, y la compañÃa desarrolladora, la alemana Sinneslöschen (traducción, más o menos, de “eliminación sensorialâ€, lo que convierte a esta inexistente empresa en la primera desarrolladora de tintes cronenbergnianos). Dos cuestiones distanciaban a Polybius del resto de los tÃtulos de la época. Por un lado, hombres de negro acudÃan a las salas de juego y recogÃan datos aún hoy desconocidos acerca de los modos de juego y las tácticas de los jugadores. Por otro, las reacciones fÃsicas al juego eran tremendas: vómitos, alucinaciones, pesadillas y algún que otro intento de suicidio. Muchos de estos primeros jugadores dejaron las salas de arcade para siempre, uno de ellos incluso se convirtió en un activista anti-arcade. La ausencia de más datos convirtieron a Polybius en un hoax comentado entre murmullos por los pasillos de las salas recreativas.
Viajemos atrás en el tiempo hasta 1981, en la ciudad de Portland, Oregón. Allà se distribuyeron un número escaso de ejemplares de un nuevo videojuego, supuestamente en pruebas por parte de la compañÃa. El juego, según los que afirman haberlo jugado, era de gráficos vectoriales, en él manejábamos una nave que disparaba a una serie de enemigos mientras las fases se desarrollaban con una mecánica tipo puzzle. Asimismo todos los testigos coincidÃan en que una particularidad del juego era que no movÃamos la nave con el mando, sino que hacÃamos rotar la pantalla alrededor de la nave. El juego constituÃa una revolución en lo visto hasta ahora, y su aspecto gráfico, de colores vivos y abundantes efectos lumÃnicos, constituyó una fuerte llamada de atención para todos los fanáticos de lo pixelado.
Pero serÃa a los pocos dÃas cuando se comenzarÃa a forjar la leyenda más oscura del mundo del arcade: las personas que jugaban a ese juego referÃan terribles pesadillas, despertarse en mitad de la noche sumidos en un completo pánico o tener súbitos problemas de memoria. Esto se agravaba en un terrible cÃrculo vicioso debido a que muchos de estos jugadores decÃan verse impulsados a jugar reiteradamente al juego, sin ser capaces de contemplar la máquina sin echar una moneda en ella. A esto se le añadÃa el curioso detalle de que el juego estaba firmado por una desconocida compañÃa con el nombre de Sinnesloschen, que en alemán vendrÃa a significar "pérdida de los sentidos". En última instancia, las vÃctimas aseguraban que todo desembocaba en un odio atroz hacia el juego y en la incapacidad de recordar con exactitud en qué consistÃa el mismo. De repente el interés por el mismo desaparecÃa y los jugadores decÃan verse repugnados por la cabina que habÃan frecuentado de forma casi involuntaria. Además, cada dÃa que pasaba después del terrible episodio de adicción al juego, decÃan olvidar una parte más del mismo, hasta el punto de casi no poder recordar en qué consistÃa el juego exactamente. De ahà que hoy en dÃa sea tanta la dificultad a la hora de documentar el fenómeno.
Esto no es todo. Aún no hemos mencionado que otros tantos asiduos a este videojuego aseguraron ver a hombres vestidos de traje negro tomando anotaciones de quiénes habÃan registrado las puntuaciones más altas y, en algunos casos, cambiando la configuración de la máquina. Un par de testigos aseguraron que estos señores se habÃan olvidado de salir del menú de opciones y que cuando miraron a la pantalla contemplaron atónitos como habÃan en el mismo parámetros tales como "Ãndice de suicidio", "terrores nocturnos", "amnesia" o "alucinaciones auditivas".
Esto nos lleva a que otro grupo de gente que aseguraba haber probado el susodicho juego aseguraban que habÃan tenido la impresión de ver por el rabillo del ojo cómo se formaban "caras fantasmales" que recorrÃan la pantalla o se acercaban hacia la cámara. Pero que cuando miraban fijamente no habÃa nada. Otros aseguran que llegaron a percibir carteles con mensajes subliminales aparecer y desaparecer de la pantalla, de forma que les era imposible captar su mensaje. Alguno afirmaba haber llegado a leer "Kill yourself" en dichos mensajes.
Otros tantos testigos aseguran que creÃan oir voces bajo los estridentes efectos de sonido del juego. Las versiones en este aspecto difieren tremendamente, refiriendo desde voces ininteligibles, pasando por quejidos de dolor o pánico, hasta voces femeninas lloriqueando y diciendo frases del tipo "¿por que me haces daño?" (esto último da mal rollo sobremanera al señor Powerhead).
Todo esto se fue sumando al oscuro aura del extraño Polybius para acabar constituyendo la leyenda negra que supone hoy en dÃa. La extraña recreativa serÃa súbitamente retirada de la circulación cuando, según la prensa local, un chaval joven morirÃa al sufrir un shock mientras jugaba al susodicho juego. La noticia fue usada en algunos medios para condenar a los videojuegos en general, no olvidemos que nos encontramos a principios de los 80, una época en que para muchos personajes públicos los videojuegos eran una amenaza similar a las drogas para la juventud. Mientras tanto, los testigos aseguran que tras el incidente todas las cabinas de Polybius desaparecieron de la misma forma misteriosa en que llegaron.
No obstante la mano poco entendida de la prensa generalista desecharÃa todos los matices de esta leyenda para quedar con los elementos más puramente polÃticos y alarmistas para hacer luego desaparecer la historia de la memoria colectiva.
No obstante, a raÃz de lo que hemos expuesto la leyenda de Polybius serÃa eso, una mera leyenda, sino fuera porque aún hoy se disponde del testimonio de algunas de esas personas que aseguraron estar implicadas de una forma u otra de este fenómeno.
Primero se dispone de las versiones de aquellos que afirmaron haber sido vÃctimas del juego, a cuyos argumentos se suman el de determinadas personas que afirman haber jugado al juego en un par de ocasiones, sin llegar a repetir porque el juego no les despertó interés. Nadie que haya jugado asiduamente al juego asegura no haber sido afectado por el mismo, no obstante todos aquellos que aseguran haber jugado a él sin llegar a caer vÃctimas de sus efectos coinciden en que jugaron tan sólo una partida o dos.
Algunos antiguos dueños de salones recreativos han hablado al respecto para distintas publicaciones del sector, todos ellos coinciden en que dicha recreativa efectivamente existió, y la mayorÃa en la historia sobre los hombres de negro tomando anotaciones al pie de la máquina. A partir de aquà era algo tremendamente difÃcil reconstruir la información al respecto. Esta recreativa habÃa pasado desapercibida para la gran mayorÃa hasta que el artÃculo de prensa vio la luz.
Multitud de bases de datos sobre máquinas recreativas incluyen a Polybius entre sus entradas, quedando claramente documentado 1981 como su año de salida y Sinnesloschen como la compañÃa creadora. En ningún caso se contradicen estos dos detalles. Otro elemento inamovible es la captura de la pantalla inicial de juego, la única imagen del juego que circula por la red, que también es común en todas las versiones.
Por otro lado, alguien que asegura haber formado parte del equipo de desarrollo del propio Polybius hizo acto de presencia en la página web Coinop.org, donde decÃa querer "zanjar el tema" ofreciendo una versión razonable y totalmente alejada de la leyenda negra. Curiosamente, y cuando parece que se habÃa dado con la solución al asunto del juego, dicho supuesto autor fue entrevistado por la desaparecida Gamepulse.co.uk, quien no tardó en revelar las inconsistencias de su propia versión. Por algún extraño azar la versión conciliadora del tema cae por su propio peso bajo la oscura y brumosa leyenda con tintes paranoicos y mÃsticos.
La leyenda se reactivó en 2006 cuando un tal Steven Roach apareció en foros de internet afirmando que habÃa sido parte del equipo desarrollador de Polybius. Limpiando el hoax de su componente conspiracionista, pero multiplicando su potencia, afirmó que simplemente era un juego con el que se habÃa experimentado en el campo de los gráficos vectoriales, y por accidente, a algunos jugadores les producÃa epilepsia (tal y como le pasó a algunos, y esto sà que está comprobado, con Tempest). Todos los detalles del supuesto desarrollo de Polybius están en una larga y mayormente anodina entrevista que Roach concedió a BitParade, donde se habla de las inconsistencias de sus primeras declaraciones y muchos otros datos (como la implicación del hacker Cyberyogi en el redescubrimiento del juego) que harán las delicias de los aficionados a los misterios sin resolver.
Un saludo a todos