06-24-2006, 04:30 AM
El motor de toda luz y átomo, es la "Nada"
El motor de toda luz y todo átomo, es la "Nada" y su energÃa virtual con tendencia a existir; puesto que el vacÃo hace surgir de sà y por sà pares de partÃculas electrón-positrón, de los cuales unos se aniquilan y otros no para formar átomos estables, etc.
Algunas partÃculas virtuales son pues destinadas a convertirse en mensurables, estables y directamente observables y por tanto estructurales.
Otras no dejan de ser virtuales y transmiten fuerza virtual como la que se emplea en el núcleo atómico para mantener próximos los protones, o la que se emplea en el átomo para evitar que se aniquilen los protones y electrones orbitantes. O a gran escala la energÃa virtual que expande el universo constantemente. O la energÃa virtual que mueve la luz.
Y en realidad toda partÃcula virtual/efÃmera que parece convertirse en permanente/real no hace sino devolver el préstamo energético a la "nada mensurable" como lo exige el Principio de Incertidumbre de conservación de la energÃa; pero con la salvedad, de que al instante siguiente la partÃcula vuelve a emerger dónde y como estaba desempeñando la función que tenÃa asignada:
Fenómeno que es similar al que tiene lugar en los ciclos de desintegración y reintegración de partÃculas subatómicas, en las que estas desaparecen para luego aparecer conservando su masa, espin, carga eléctrica, etc. Fenómeno que hace posible que la velocidad de la luz sea estable con independencia de que su fuente de emisión esté parada o en movimiento, ya que:
Entre dos fotones existe una discontinuidad tangible y a su vez un nexo subyacente que los entrelaza constante o instantáneamente y/o superlumÃnicamente. De esa nada subyacente surge el fotón que vuelve a aparecer respetando su sentido de proyección lineal y velocidad uniforme. Debido a esta desaparición y reaparición de los fotones no se puede darles un impulso extra y ajeno a su propia intrÃnseca dinámica, y por ello no varÃa su velocidad aunque su fuente de emisión se frene o acelere; al menos, siempre y que no empleemos medios no propios de la fÃsica newtoniana.
Paulino.
El motor de toda luz y todo átomo, es la "Nada" y su energÃa virtual con tendencia a existir; puesto que el vacÃo hace surgir de sà y por sà pares de partÃculas electrón-positrón, de los cuales unos se aniquilan y otros no para formar átomos estables, etc.
Algunas partÃculas virtuales son pues destinadas a convertirse en mensurables, estables y directamente observables y por tanto estructurales.
Otras no dejan de ser virtuales y transmiten fuerza virtual como la que se emplea en el núcleo atómico para mantener próximos los protones, o la que se emplea en el átomo para evitar que se aniquilen los protones y electrones orbitantes. O a gran escala la energÃa virtual que expande el universo constantemente. O la energÃa virtual que mueve la luz.
Y en realidad toda partÃcula virtual/efÃmera que parece convertirse en permanente/real no hace sino devolver el préstamo energético a la "nada mensurable" como lo exige el Principio de Incertidumbre de conservación de la energÃa; pero con la salvedad, de que al instante siguiente la partÃcula vuelve a emerger dónde y como estaba desempeñando la función que tenÃa asignada:
Fenómeno que es similar al que tiene lugar en los ciclos de desintegración y reintegración de partÃculas subatómicas, en las que estas desaparecen para luego aparecer conservando su masa, espin, carga eléctrica, etc. Fenómeno que hace posible que la velocidad de la luz sea estable con independencia de que su fuente de emisión esté parada o en movimiento, ya que:
Entre dos fotones existe una discontinuidad tangible y a su vez un nexo subyacente que los entrelaza constante o instantáneamente y/o superlumÃnicamente. De esa nada subyacente surge el fotón que vuelve a aparecer respetando su sentido de proyección lineal y velocidad uniforme. Debido a esta desaparición y reaparición de los fotones no se puede darles un impulso extra y ajeno a su propia intrÃnseca dinámica, y por ello no varÃa su velocidad aunque su fuente de emisión se frene o acelere; al menos, siempre y que no empleemos medios no propios de la fÃsica newtoniana.
Paulino.