12-26-2003, 05:53 PM
[b:017422d1db]Fuera del tiempo.[/b:017422d1db]
Lo ilimitado hace posible el lÃmite.
Imaginaos que todo terminara en el lÃmite: entonces no habrÃa lÃmite, cualquier objeto serÃa el todo.
Luego, para que el lÃmite exista, es necesario que también se dé lo ilimitado. Pero el lÃmite existe, ergo, también lo ilimitado.
Parece absurdo, en base a este axioma, que siendo la naturaleza ilimitada, esté finitamente dividida, como los atomistas pretenden.
El universo no puede ser limitado e ilimitado al mismo tiempo (el big-bang es una teorÃa peregrina). Todo lÃmite presupone un lÃmite mayor "ad infinitum".
También resulta inconcebible que algo infinito se autoincoe, ya que se es infinito de una vez, no progresivamente.
Y aún más ridÃculo es que lo infinito sea eterno, ya que si nunca ha empezado a ser, entonces no deberÃa ser (ni finito ni infinito).
El factor tiempo, pues, no ayuda a la hora de pasar de lo finito a lo infinito.
Necesitamos un factor no-tiempo, esto es, Dios.
* * *
[b:017422d1db]Más sobre el infinito.[/b:017422d1db]
El infinito plantea aporÃas. En efecto, ¿cómo se explica que algo siga siendo infinito por más que le sume y por más que le reste? ¿Por qué la naturaleza del infinito es esencialmente insensible a lo finito, si al cabo no es más que un agregado de finitud?
La clave está, quizá, en entender el infinito no como una ampliación sucesiva de lo finito, sino como su negación por inclusión. No serÃa, pues, una derivación de lo finito existente, sino de lo infinito preexistente, que se re-produce en el tiempo de una sola vez y se re-genera sin cesar fuera del tiempo, es decir, tanto en la multiplicidad como en la unidad.
En otras palabras: Infinito no es el máximo, sino la ausencia de máximo. La Providencia se extiende a todas las cosas, pero no hay nada en la mente de Dios que exprese "el número máximo de cosas", porque esa noción es contradictoria y, por consiguiente, no existe.
Ahora bien, el concepto de infinito no resulta absurdo. Aunque infinito e infinito menos uno sigan siendo infinitos (en tanto carecen de máximo), no son idénticos, puesto que hay una infinita posibilidad de infinitos actuales.
¿Puede comprenderse, entonces, el infinito? Sólo desde la conciencia serena de su incomprensibilidad, puesto que comprender ya es poner lÃmites. En cambio, según Leibniz, Dios es más fácil de concebir que el menor corpúsculo, ya que éste será infinito y contendrá a su vez infinitos otros, mientras que Dios es la precondición absoluta y simple de cada uno de ellos.
* * *
[b:017422d1db]Lo subjetivo y lo absoluto.[/b:017422d1db]
Si todo puede pensarse, entonces todo debe haber sido pensado antes de que todo fuera. Es decir: asà como, en el orden sensible, el hombre no es engendrado porque piensa, sino que piensa porque es engendrado, en el orden racional, el universo (que incluye al hombre) no es percibido [por nosotros, sujetos] porque sea perceptible [por sà mismo, objeto], sino que es perceptible [por nosotros] porque es percibido [por Dios].
La mole del universo es ciega y no existe algo semejante a un "alma del mundo", puesto que infinidad de ojos ofrecen infinidad de perspectivas distintas dentro del mismo espacio. La visión total, que nunca emana del objeto, ya que éste es por ella, requiere un sujeto único que dé razón de todo lo que existe y que exista por sà mismo, sin razón.
Saludos.
Daniel.
Foro de filosofÃa:
Lo ilimitado hace posible el lÃmite.
Imaginaos que todo terminara en el lÃmite: entonces no habrÃa lÃmite, cualquier objeto serÃa el todo.
Luego, para que el lÃmite exista, es necesario que también se dé lo ilimitado. Pero el lÃmite existe, ergo, también lo ilimitado.
Parece absurdo, en base a este axioma, que siendo la naturaleza ilimitada, esté finitamente dividida, como los atomistas pretenden.
El universo no puede ser limitado e ilimitado al mismo tiempo (el big-bang es una teorÃa peregrina). Todo lÃmite presupone un lÃmite mayor "ad infinitum".
También resulta inconcebible que algo infinito se autoincoe, ya que se es infinito de una vez, no progresivamente.
Y aún más ridÃculo es que lo infinito sea eterno, ya que si nunca ha empezado a ser, entonces no deberÃa ser (ni finito ni infinito).
El factor tiempo, pues, no ayuda a la hora de pasar de lo finito a lo infinito.
Necesitamos un factor no-tiempo, esto es, Dios.
* * *
[b:017422d1db]Más sobre el infinito.[/b:017422d1db]
El infinito plantea aporÃas. En efecto, ¿cómo se explica que algo siga siendo infinito por más que le sume y por más que le reste? ¿Por qué la naturaleza del infinito es esencialmente insensible a lo finito, si al cabo no es más que un agregado de finitud?
La clave está, quizá, en entender el infinito no como una ampliación sucesiva de lo finito, sino como su negación por inclusión. No serÃa, pues, una derivación de lo finito existente, sino de lo infinito preexistente, que se re-produce en el tiempo de una sola vez y se re-genera sin cesar fuera del tiempo, es decir, tanto en la multiplicidad como en la unidad.
En otras palabras: Infinito no es el máximo, sino la ausencia de máximo. La Providencia se extiende a todas las cosas, pero no hay nada en la mente de Dios que exprese "el número máximo de cosas", porque esa noción es contradictoria y, por consiguiente, no existe.
Ahora bien, el concepto de infinito no resulta absurdo. Aunque infinito e infinito menos uno sigan siendo infinitos (en tanto carecen de máximo), no son idénticos, puesto que hay una infinita posibilidad de infinitos actuales.
¿Puede comprenderse, entonces, el infinito? Sólo desde la conciencia serena de su incomprensibilidad, puesto que comprender ya es poner lÃmites. En cambio, según Leibniz, Dios es más fácil de concebir que el menor corpúsculo, ya que éste será infinito y contendrá a su vez infinitos otros, mientras que Dios es la precondición absoluta y simple de cada uno de ellos.
* * *
[b:017422d1db]Lo subjetivo y lo absoluto.[/b:017422d1db]
Si todo puede pensarse, entonces todo debe haber sido pensado antes de que todo fuera. Es decir: asà como, en el orden sensible, el hombre no es engendrado porque piensa, sino que piensa porque es engendrado, en el orden racional, el universo (que incluye al hombre) no es percibido [por nosotros, sujetos] porque sea perceptible [por sà mismo, objeto], sino que es perceptible [por nosotros] porque es percibido [por Dios].
La mole del universo es ciega y no existe algo semejante a un "alma del mundo", puesto que infinidad de ojos ofrecen infinidad de perspectivas distintas dentro del mismo espacio. La visión total, que nunca emana del objeto, ya que éste es por ella, requiere un sujeto único que dé razón de todo lo que existe y que exista por sà mismo, sin razón.
Saludos.
Daniel.
Foro de filosofÃa:
Imagen o Link ocultado. Tenés que registrarte o loguearte para verlo. |